Y ya por fin de vuelta a Hangzhou. Se han pasado muy rápido las vacaciones. El tiempo en España fue un gustazo ver a la gente, y comer como hacía meses que no lo había hecho. En China sinceramente se echa de menos la comida española, pero una vez que estás allí aprecias de verdad lo grande que es la diferencia.
Luego volvimos para cuatro días a Hangzhou, reintegrándonos parcialmente en China. Fueron unos días bastante aburridos, todavía en plenas vacaciones de año nuevo el campus parecía desierto, todos los estudiantes seguían de vacaciones. Las tiendas tenían unos horarios marginales, y eso las que abrían, que muchas permanecían cerradas, y el clima pues frío y algo lluvioso: vamos, una delicia en general.
Lo bueno es que sólo fueron cuatro días porque después nos dirigimos a Sanya, en Hainan, una isla al sur de China cercana a HongKong, donde es verano todo el año. El tiempo allí una maravilla, sol, buena comida y mucho relax. Ya contaré algo más en próximas entregas, ahora voy a comentaros un poco como son los chinos en la playa porque tiene tela jeje
Este es un padre chino paseando con su hija. Lo mejor de la foto es que os hagáis una idea del tipo de playa que era, bastante bonita. Luego también veis el tipo de bañador chino, que parecen unos calzoncillos, y una de las actividades que más les gusta hacer en la playa, que son las fotos.
¡Cuidado no se ahoguen! Muy pocos chinos saben nadar, y muchos de los que saben van bastante justitos, así que es normal verles con flotadores, especialmente a los niños y a los más mayores. Y los que nadan van completamente equipados con su gorro, sus gafas de bucear...
Esta es otra de las cosas favoritas de los chinos de vacaciones: enterrarse. Se entierran y se quedan ahí durmiendo la siesta, o haciéndose fotos, y no es cosa de niños, también de parejas, de mayores... a la orden del día vaya.
Esto que veis aquí es una china ataviada con la ropa más común que llevan en Hainan, esos conjuntos hawaianos de camisa, pantalón y gorro. Lo más ridículo era muchas veces que familias enteras iban con el mismo traje, con los mismos colores. Muy divertido.
Bueno en próximas entradas pondré más cosas de la playa. Saludos a todos!
miércoles, 18 de febrero de 2009
martes, 27 de enero de 2009
Desde España
Ya llevo dos semanas en casa, y en 5 días emprendo viaje de vuelta a China. Este paréntesis ha estado bien para tomar distancia y valorar las cosas que estamos haciendo allí. Volviendo a la vida ordinaria, al compararnos con el entorno debemos considerarnos unos afortunados por haber tenido la oportunidad de participar en esta experiencia. Mientras que nosotros hemos vivido un montón de sucesos inolvidables, aquí da la impresión de que se haya parado el tiempo y todo siga igual que cuando lo dejamos.
Profesionalmente no sé hasta que punto me va a ayudar el master, espero que mucho, pero a día de hoy es difícil decirlo. Pero desde el punto de vista personal me ha enriquecido, ha cambiado la forma de ver muchas cosas para mi, desde mi entorno hasta mi futuro. Y a veces es frustrante ver como las personas que te rodean no lo entienden.
En otro orden de cosas, en España no hace frío. No se puede comparar, de verdad. Hangzhou tiene un grado de humedad altísimo y el frío se mete hasta los huesos. Desde aquí me decían que pelaba pero vamos, no hay color.
Y por último la comida. Capítulo aparte. Estando en China echaba de menos la comida de España, pero estando aquí, la diferencia es que es aún más grande de lo que pensaba. Si ahora me dicen de ir a mi restaurante preferido en Hangzhou (el Reagge Café) es que no iría ni loco. Van a ser duros en este sentido los primeros días de vuelta a China...
¡La próxima en Hangzhou!
Profesionalmente no sé hasta que punto me va a ayudar el master, espero que mucho, pero a día de hoy es difícil decirlo. Pero desde el punto de vista personal me ha enriquecido, ha cambiado la forma de ver muchas cosas para mi, desde mi entorno hasta mi futuro. Y a veces es frustrante ver como las personas que te rodean no lo entienden.
En otro orden de cosas, en España no hace frío. No se puede comparar, de verdad. Hangzhou tiene un grado de humedad altísimo y el frío se mete hasta los huesos. Desde aquí me decían que pelaba pero vamos, no hay color.
Y por último la comida. Capítulo aparte. Estando en China echaba de menos la comida de España, pero estando aquí, la diferencia es que es aún más grande de lo que pensaba. Si ahora me dicen de ir a mi restaurante preferido en Hangzhou (el Reagge Café) es que no iría ni loco. Van a ser duros en este sentido los primeros días de vuelta a China...
¡La próxima en Hangzhou!
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lunes, 12 de enero de 2009
Fin de exámenes: ¡vacaciones!
Por fin! Hoy terminamos los exámenes! Pusimos punto y final a esta primera parte del master con el temido examen final de gramática, que resultó ser no tan complicado como parecía en un principio. Con suerte mañana la profesora me dará la nota, y con esta y las demás (77 en speaking y 82 en listening) empezamos las vacaciones. Un mes (exactamente hasta el 23 de febrero) para descansar, relajarse y dejar de pensar en los hanzi.
Primera parada: España. Allá voy!
Estos son algunos de mis compañeros de clase. Quizá a muchos no los vuelva a ver, pues algunos se van ahora a sus casas.
Primera parada: España. Allá voy!
Estos son algunos de mis compañeros de clase. Quizá a muchos no los vuelva a ver, pues algunos se van ahora a sus casas.
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martes, 6 de enero de 2009
Navi... qué?
Hoy 7 de enero oficialmente termina el período navideño en España. Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Reyes, bonitas fechas en las que se está con la familia, se cena bien, y se reparten regalos. ¡Qué envidia! Aquí hicimos lo que pudimos.
En China no hay mucha Navidad. Sí, cuando llega el día todo el mundo te dice Feliz Navidad, o Feliz Año Nuevo, pero no lo hacen con sentido. En los supermecados con suerte te podías encontrar algunos adornos propios de la época, y en el Pizza Hut llevaban gorrito de Papá Noel. Pero poco más... con deciros que el 25 de diciembre tuvimos clase es suficiente (el 1 de enero no tuvimos, cambiaron las clases porque por lo visto en otros años no iba nadie).
Para mi Nochebuena fue el mejor día. Decidimos hacer como haríamos en España, y nos reunimos nuestra pequeña familia en casa de un compañero, unas 10 o 12 personas a la mesa. En algunos restaurantes de la ciudad, los más frecuentados por extranjeros, hicieron menús para esa noche, pero preferimos algo más cómodo. Y la verdad que la jugada nos salió redonda, pues el anfitrión, Carlos de Barcelona, se destapó como un estupendo chef con una sopa de marisco increíble, y unos langostinos igual de exquisitos. Como plato fuerte, encargamos un cordero en un sitio que ya conocíamos, y unos turrones que nos habían enviado desde casa de postre. Todo con un poco de vino y demás.
Sopa de marisco mmm ¡qué buena estaba!
Como os dije la cena salió perfecta, y luego con un poco de música estuvimos un poco de fiesta en la casa. Para hacer más interesante la noche, y que todos tuvieramos un buen recuerdo, habíamos organizado un amigo invisible entre todos. Hubo unos pequeños fallos logísticos (estuvimos esperando por alguno hasta las 2 de la mañana que llegó) y de organización (dos personas se quedarons sin regalo mientras que otras dos recibieron por partida doble) pero aún así fue divertido. En general hicimos regalos de broma, unas tortugas incluidas (ya tenemos mascota). Luego seguimos con la fiesta, y llamadas a casa para felicitar las fiestas, junto con el oportuno reparto de abrazos y exaltación de la amistad.
Aquí animando un poco la fiesta con unos solos de guitarra. Wilson (detrás) enjoying himself.
Y luego lo que os decía antes, salimos un poco por ahí a los sitios de siempre y no había nadie, sólo cuatro gatos. Vale, que Nochebuena no es el día de salir por ahí, pero aún así en España cuando acaban las cenas la gente poco a poco se acerca a tomar una... se ve que ni en China ni en el resto de Europa pasa eso (Spain is different se dice no?) así que no aguantamos mucho más antes de irnos a casa. Pese a todo, una gran noche.
Navidad fue como un día cualquiera, clases, recuperar el sueño perdido por trasnochar la noche anterior, y bueno algunos intentamos comer de manera algo especial, aunque no fue tampoco fácil. Y luego vuelta a la rutina, la Navidad había pasado pero en China nadie lo había notado.
De Nochevieja poco hay que contar, básicamente hicimos lo mismo que pudimos hacer en España, salir de fiesta, pero de manera mucho más desorganizada y caótica. Unos se fueron por ahí, otros por otro lado... mi cena de Nochevieja fue un sandwich, otros cenaron pizza y alguno ni siquiera cenó. Todos desperdigados, las 12 de la noche las pasamos en dos sitios, unos en casa de una compañera, el resto en un bar. La celebración fue así: todos hablando tranquilamente tomando algo, de repente una cuenta atrás de 10 a 1, cero! y todo el mundo siguió hablando tranquilamente tomando algo. Un poco triste no? Y mención aparte para el pobre Jaime, enfermo, no pudo ir a ningún lado y estuvo en su habitación. Después ya nos reunimos todos en la casa esa y ya hicimos noche normal. Esta vez la gente de Hangzhou no falló y los bares y discotecas estuvieron llenos hasta el final. Vuelta a casa, algunas llamadas para felicitar el año (alguno hasta se atrevió a tomar las uvas) y fin de 2008.
Y el 2009 lo empezamos estudiando. Mañana empezamos los exámenes finales. Tenemos mucha mucha materia, ya os contaré un poco cómo van aquí los exámenes, pero eso ya desde España :-) La próxima semana voy para allá. Espero que me hayan dejado algo los Reyes, porque lo que es aquí... prácticamente ni nos acordamos... 努力学习!
¡Feliz 2009!
En China no hay mucha Navidad. Sí, cuando llega el día todo el mundo te dice Feliz Navidad, o Feliz Año Nuevo, pero no lo hacen con sentido. En los supermecados con suerte te podías encontrar algunos adornos propios de la época, y en el Pizza Hut llevaban gorrito de Papá Noel. Pero poco más... con deciros que el 25 de diciembre tuvimos clase es suficiente (el 1 de enero no tuvimos, cambiaron las clases porque por lo visto en otros años no iba nadie).
Para mi Nochebuena fue el mejor día. Decidimos hacer como haríamos en España, y nos reunimos nuestra pequeña familia en casa de un compañero, unas 10 o 12 personas a la mesa. En algunos restaurantes de la ciudad, los más frecuentados por extranjeros, hicieron menús para esa noche, pero preferimos algo más cómodo. Y la verdad que la jugada nos salió redonda, pues el anfitrión, Carlos de Barcelona, se destapó como un estupendo chef con una sopa de marisco increíble, y unos langostinos igual de exquisitos. Como plato fuerte, encargamos un cordero en un sitio que ya conocíamos, y unos turrones que nos habían enviado desde casa de postre. Todo con un poco de vino y demás.
Sopa de marisco mmm ¡qué buena estaba!
Como os dije la cena salió perfecta, y luego con un poco de música estuvimos un poco de fiesta en la casa. Para hacer más interesante la noche, y que todos tuvieramos un buen recuerdo, habíamos organizado un amigo invisible entre todos. Hubo unos pequeños fallos logísticos (estuvimos esperando por alguno hasta las 2 de la mañana que llegó) y de organización (dos personas se quedarons sin regalo mientras que otras dos recibieron por partida doble) pero aún así fue divertido. En general hicimos regalos de broma, unas tortugas incluidas (ya tenemos mascota). Luego seguimos con la fiesta, y llamadas a casa para felicitar las fiestas, junto con el oportuno reparto de abrazos y exaltación de la amistad.
Aquí animando un poco la fiesta con unos solos de guitarra. Wilson (detrás) enjoying himself.
Y luego lo que os decía antes, salimos un poco por ahí a los sitios de siempre y no había nadie, sólo cuatro gatos. Vale, que Nochebuena no es el día de salir por ahí, pero aún así en España cuando acaban las cenas la gente poco a poco se acerca a tomar una... se ve que ni en China ni en el resto de Europa pasa eso (Spain is different se dice no?) así que no aguantamos mucho más antes de irnos a casa. Pese a todo, una gran noche.
Navidad fue como un día cualquiera, clases, recuperar el sueño perdido por trasnochar la noche anterior, y bueno algunos intentamos comer de manera algo especial, aunque no fue tampoco fácil. Y luego vuelta a la rutina, la Navidad había pasado pero en China nadie lo había notado.
De Nochevieja poco hay que contar, básicamente hicimos lo mismo que pudimos hacer en España, salir de fiesta, pero de manera mucho más desorganizada y caótica. Unos se fueron por ahí, otros por otro lado... mi cena de Nochevieja fue un sandwich, otros cenaron pizza y alguno ni siquiera cenó. Todos desperdigados, las 12 de la noche las pasamos en dos sitios, unos en casa de una compañera, el resto en un bar. La celebración fue así: todos hablando tranquilamente tomando algo, de repente una cuenta atrás de 10 a 1, cero! y todo el mundo siguió hablando tranquilamente tomando algo. Un poco triste no? Y mención aparte para el pobre Jaime, enfermo, no pudo ir a ningún lado y estuvo en su habitación. Después ya nos reunimos todos en la casa esa y ya hicimos noche normal. Esta vez la gente de Hangzhou no falló y los bares y discotecas estuvieron llenos hasta el final. Vuelta a casa, algunas llamadas para felicitar el año (alguno hasta se atrevió a tomar las uvas) y fin de 2008.
Y el 2009 lo empezamos estudiando. Mañana empezamos los exámenes finales. Tenemos mucha mucha materia, ya os contaré un poco cómo van aquí los exámenes, pero eso ya desde España :-) La próxima semana voy para allá. Espero que me hayan dejado algo los Reyes, porque lo que es aquí... prácticamente ni nos acordamos... 努力学习!
¡Feliz 2009!
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domingo, 28 de diciembre de 2008
En el supermercado (I)
Ir al supermercado en China es una experiencia curiosa. Nosotros ya hemos pasado la parte de las sorpresas, y ahora cuando vamos a comprar ya vamos sabiendo lo que buscamos y preparados para cualquier cosa. Pero al principio era una aventura.
3 supermercados son los que más reciben nuestras visitas: uno enfrente de la residencia, para gastos menores (agua, yogures, chocolate). Otro a unos 10 minutos, el Trushmarkt, donde podemos comprar más cosas, y además está en una especie de centro comercial con alguna tienda de deportes, mcdonalds y pizza hut. Y por último el Carrefour, a 18 yuanes de distancia en taxi, que ya es para compras grandes.
Y digo que es curioso, porque aparte de que los chinos os miren como posesos a ti y a tu carro, te encuentras productos de lo más curioso:
Sprite de menta, ¿por qué no lo habrá aquí?
Fanta de pomelo rosa, un gran invento
El famosísimo Cola-cao de vainilla
Y el diabólico Cola-cao de naranja
Tortuga, ¡mi preferido!
Próximamente... más. Un abrazo
Rubén
3 supermercados son los que más reciben nuestras visitas: uno enfrente de la residencia, para gastos menores (agua, yogures, chocolate). Otro a unos 10 minutos, el Trushmarkt, donde podemos comprar más cosas, y además está en una especie de centro comercial con alguna tienda de deportes, mcdonalds y pizza hut. Y por último el Carrefour, a 18 yuanes de distancia en taxi, que ya es para compras grandes.
Y digo que es curioso, porque aparte de que los chinos os miren como posesos a ti y a tu carro, te encuentras productos de lo más curioso:
Sprite de menta, ¿por qué no lo habrá aquí?
Fanta de pomelo rosa, un gran invento
El famosísimo Cola-cao de vainilla
Y el diabólico Cola-cao de naranja
Tortuga, ¡mi preferido!
Próximamente... más. Un abrazo
Rubén
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domingo, 21 de diciembre de 2008
Rubenín, ¿y qué comes tú en China?
Esa es una de las preguntas que más gente me hace. Se oyen muchas cosas desde la distancia sobre China, y naturalmente queréis saber si son verdad o no. Que si comen perro, que si la comida de los restaurantes chinos es igual aquí que allí (aquí los llaman solo restaurantes), etc etc.
mmm qué rico!
Desde luego, la comida es muy diferente, y aunque te adaptes totalmente a esta gastronomía, nosotros los españoles siempre vamos a extrañar la comida de casa (es que en España se come tan bien...). Aquí la verdad que hay veces que satura un poco comer "chino" (que tampoco comemos chino realmente) y últimamente, los fines de semana nos permitimos licencias tipo buffets, o mcdonalds. También ha habido el típico momento de "esto ya no lo como más" y estar varios días sorteando esta comida.
Lo primero que se debe decir es que no hay comida china como tal. Es como decir "comida europea". Hay muchos tipos de cocina, según la región en que te encuentres. Yo no soy ningún experto, pero por ejemplo en el sur se toma mucho pescado, en otras provincias se toman los hot-pots, que son como unas ollas en las que hay una especie de sopa que se les echa de todo: noodles (spaghettis chinos), carnes, pescados... También es famosa la comida de la provincia de Sichuan, por sus picantes. Allí posiblemente se haga la comida más picante del mundo. Así que no existe una cocina única.
Comparando con lo que hay en España en los restaurantes chinos pues... nada es igual. Vaya por delante que yo no tengo mucha experiencia en los chinos de España, pero bueno. Platos típicos de España: primero, arroz tres delicias. ¿? En China toman mucho arroz, es como para nosotros el pan, un acompañamiento. Hay dos tipos el zaofan, que es arroz con un poco de huevo, y el mifan, que es arroz hervido sin nada. Lo que sería el arroz tres delicias sería el zaofan pero con algún ingrediente más, supongo que en algún sitio lo tendrán, pero no es conocido, no sé. Segundo, rollitos de primavera. Aquí sólo los he visto en un sitio: un restaurante argentino. Tercero: cerdo agridulce. Haberlo haylo, pero bueno que tampoco es el pan de cada día, no me parece justo que se tome como uno de los mayores exponentes de la comida china, porque no es tan habitual. Y así podría seguir...
¿Y qué es lo que yo como? ¿Y donde? En el edificio tenemos un comedor, el cual ya casi todos hemos vetado, porque el olor es bastante desagradable. En cuanto a la comida, barata, ya que es para estudiantes, pero la gama de platos que gustan no es demasiado grande, con lo cual acabamos cansando. Allí normalmente comemos un pescado en salsa que está muy bueno, gambas fritas, pollo con guindilla, filetes de pollo, patatas cocidas, judías verdes...
Este es el maldito comedor.
Luego descubrimos el comedor chino. Ahí hay mucha más variedad de platos, huele ligeramente mejor, y se come mejor. Normalmente ahí tomo un arroz con sepia y vegetales que está bastante bueno, y me cuesta aproximadamente 1 euro al cambio. Además lo hacen en el momento y mola ver al cocinero que es muy mañoso darle a las paletas para mezclar bien los ingredientes.
Otros restaurantes que están muy bien son los coreanos, en nuestra calle hay tres. También solemos ir con frecuencia. Allí hay muchos platos buenos para elegir, los que más triunfan son una especie de tortilla con sepia, arroz al curry, unas pechugas de pollo, filete de cerdo, alguna sopa con noodles y seguro que más cosas. Además molan porque en la parte de arriba se come sentado en el suelo, es... distinto.
Qué rico! 1 euro ese plato.
Lo de la derecha está muy bueno, es ternera con cebolla.
Luego están los musulmanes. Al principio íbamos a dos que había fuera del campus. Estos eran los restaurantes más sucios en los que he comido nunca. Tardamos bastante en atrevernos a entrar, pese a que gente de otros años nos los recomendaba. Tomamos patatas con carne en ellos. Ahora encontramos uno algo escondido dentro del campus y vamos a ese, aparte que está más limpio y es más barato. Además por la noche tiene una especie de parrilla donde te frien calamares, o alitas de pollo, o unos panes con especias muy ricos.
Y luego pues otros restaurantes chinos, pero que no solemos ir porque por semana entre clases y demás no podemos comer todos juntos, y en los restaurantes chinos en general se piden muchos platos para todos, no es lo típico de un plato cada uno. Además que al ser comida "diferente" se disfruta más compartiendo.
En cuanto a comida más occidental, también hay: el Panchos, un restaurante mexicano. El Maya, donde vamos a tomar cerveza pero sirven unos deliciosos burritos. El Reagge cafe, con unos buffets excelentes para el brunch del fin de semana. McDonalds, que aquí (algunos se sorprenderán) voy de vez en cuando. Tranquilos, en España ni de coña, donde esté un pincho de tortilla que se quite la mierda de la BigMac (aparte que es un robo en España). Restaurante "italiano" con pizza, spaghetti y demás... y unos cuantos más.
También tenemos una cocina, donde de vez en cuando cocinamos algo, pasta, verduras, sopa... hoy mismo me tomé un filetón jeje. Ya hemos hecho unas cuantas "tortilladas" acompañadas de vino y cerveza donde todo el mundo se puso las botas. Aquí ya se nos conoce, normal, con el ruido que metemos...
Y luego, pues como en todas partes, la mierda del supermercado, pero eso ya da para otra entrada. Hay cada producto por aquí...
Espero que os haya entretenido la parrafada. Seguiremos informando, y por supuesto, preguntad lo que queráis. Un abrazo
Rubén
mmm qué rico!
Desde luego, la comida es muy diferente, y aunque te adaptes totalmente a esta gastronomía, nosotros los españoles siempre vamos a extrañar la comida de casa (es que en España se come tan bien...). Aquí la verdad que hay veces que satura un poco comer "chino" (que tampoco comemos chino realmente) y últimamente, los fines de semana nos permitimos licencias tipo buffets, o mcdonalds. También ha habido el típico momento de "esto ya no lo como más" y estar varios días sorteando esta comida.
Lo primero que se debe decir es que no hay comida china como tal. Es como decir "comida europea". Hay muchos tipos de cocina, según la región en que te encuentres. Yo no soy ningún experto, pero por ejemplo en el sur se toma mucho pescado, en otras provincias se toman los hot-pots, que son como unas ollas en las que hay una especie de sopa que se les echa de todo: noodles (spaghettis chinos), carnes, pescados... También es famosa la comida de la provincia de Sichuan, por sus picantes. Allí posiblemente se haga la comida más picante del mundo. Así que no existe una cocina única.
Comparando con lo que hay en España en los restaurantes chinos pues... nada es igual. Vaya por delante que yo no tengo mucha experiencia en los chinos de España, pero bueno. Platos típicos de España: primero, arroz tres delicias. ¿? En China toman mucho arroz, es como para nosotros el pan, un acompañamiento. Hay dos tipos el zaofan, que es arroz con un poco de huevo, y el mifan, que es arroz hervido sin nada. Lo que sería el arroz tres delicias sería el zaofan pero con algún ingrediente más, supongo que en algún sitio lo tendrán, pero no es conocido, no sé. Segundo, rollitos de primavera. Aquí sólo los he visto en un sitio: un restaurante argentino. Tercero: cerdo agridulce. Haberlo haylo, pero bueno que tampoco es el pan de cada día, no me parece justo que se tome como uno de los mayores exponentes de la comida china, porque no es tan habitual. Y así podría seguir...
¿Y qué es lo que yo como? ¿Y donde? En el edificio tenemos un comedor, el cual ya casi todos hemos vetado, porque el olor es bastante desagradable. En cuanto a la comida, barata, ya que es para estudiantes, pero la gama de platos que gustan no es demasiado grande, con lo cual acabamos cansando. Allí normalmente comemos un pescado en salsa que está muy bueno, gambas fritas, pollo con guindilla, filetes de pollo, patatas cocidas, judías verdes...
Este es el maldito comedor.
Luego descubrimos el comedor chino. Ahí hay mucha más variedad de platos, huele ligeramente mejor, y se come mejor. Normalmente ahí tomo un arroz con sepia y vegetales que está bastante bueno, y me cuesta aproximadamente 1 euro al cambio. Además lo hacen en el momento y mola ver al cocinero que es muy mañoso darle a las paletas para mezclar bien los ingredientes.
Otros restaurantes que están muy bien son los coreanos, en nuestra calle hay tres. También solemos ir con frecuencia. Allí hay muchos platos buenos para elegir, los que más triunfan son una especie de tortilla con sepia, arroz al curry, unas pechugas de pollo, filete de cerdo, alguna sopa con noodles y seguro que más cosas. Además molan porque en la parte de arriba se come sentado en el suelo, es... distinto.
Qué rico! 1 euro ese plato.
Lo de la derecha está muy bueno, es ternera con cebolla.
Luego están los musulmanes. Al principio íbamos a dos que había fuera del campus. Estos eran los restaurantes más sucios en los que he comido nunca. Tardamos bastante en atrevernos a entrar, pese a que gente de otros años nos los recomendaba. Tomamos patatas con carne en ellos. Ahora encontramos uno algo escondido dentro del campus y vamos a ese, aparte que está más limpio y es más barato. Además por la noche tiene una especie de parrilla donde te frien calamares, o alitas de pollo, o unos panes con especias muy ricos.
Y luego pues otros restaurantes chinos, pero que no solemos ir porque por semana entre clases y demás no podemos comer todos juntos, y en los restaurantes chinos en general se piden muchos platos para todos, no es lo típico de un plato cada uno. Además que al ser comida "diferente" se disfruta más compartiendo.
En cuanto a comida más occidental, también hay: el Panchos, un restaurante mexicano. El Maya, donde vamos a tomar cerveza pero sirven unos deliciosos burritos. El Reagge cafe, con unos buffets excelentes para el brunch del fin de semana. McDonalds, que aquí (algunos se sorprenderán) voy de vez en cuando. Tranquilos, en España ni de coña, donde esté un pincho de tortilla que se quite la mierda de la BigMac (aparte que es un robo en España). Restaurante "italiano" con pizza, spaghetti y demás... y unos cuantos más.
También tenemos una cocina, donde de vez en cuando cocinamos algo, pasta, verduras, sopa... hoy mismo me tomé un filetón jeje. Ya hemos hecho unas cuantas "tortilladas" acompañadas de vino y cerveza donde todo el mundo se puso las botas. Aquí ya se nos conoce, normal, con el ruido que metemos...
Y luego, pues como en todas partes, la mierda del supermercado, pero eso ya da para otra entrada. Hay cada producto por aquí...
Espero que os haya entretenido la parrafada. Seguiremos informando, y por supuesto, preguntad lo que queráis. Un abrazo
Rubén
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jueves, 20 de noviembre de 2008
Rubenín, ¿y qué haces tú en China?
Oh increíble! Sólo 4 meses después aquí está la segunda entrada del blog. Perdonad la espera, pero creo que para poder hablar de algo mejor saber qué es lo que nos traemos entre manos. Ya han pasado más de dos meses desde que llegué, así que es hora de contar qué hay por aquí.
Bueno, para los que no lo sepáis, y aprovechando que suena muy bonito, estoy metido en el IV Master de Cultura Idioma y Negociación China que promueve el IDEPA, en Asturias. El programa consiste en 12 meses de estudio sobre chino, con una primera parte en Gijón que fue lo que hice en verano, con clases de chino elemental y algunas conferencias sobre comercio exterior. La otra parte es en la que me encuentro ahora, 10 meses en la Universidad de Zhejiang en Hangzhou, China.
¿Qué hago aquí? Pues estudiar chino. No tengo clases de nada más, sólo de chino. También nos encargaron elaborar un plan de empresa pero eso ya va un poco por nuestra cuenta, siendo tutelados desde España. Pero bueno, aquí el día gira en torno al estudio del chino.
Empezamos por las mañanas, a las 8 empezamos con las clases, dos de una hora y media, es decir, hasta las 9,30 donde hacemos un descanso, y luego de 10 a 11,30. Las clases son de tres tipos, gramática (o comprehension) que la tenemos todos los días. La profesora de gramática es además nuestra tutora. Yo tengo la mala suerte de tener la peor de todos, Huang laoshi, de voz desagradable, inglés ininteligible y escritura embarullada. Las otras dos clases con speaking y listening, y las profes (a su vez tutoras del resto) son muy buenas.
Nos mandan deberes todos los días, tampoco nada exagerado, pero bueno lo justo para tener que hacer algo en el tiempo libre. En general repetir cosas: copiar las palabras, copiar los textos... también tenemos dictados de todas las lecciones y alguna vez también exámenes (como yo mañana).
Después de clase, 11.30 o 12 vamos a comer. Sí, es tempranísimo, pero como casi ninguno desayunamos, a esas horas ya tenemos hambre. El tema de comer ya lo contaré más adelante en otra entrada.
Y luego ya... pues de todo. Algo siempre hay que estudiar. Luego madrugones tan grandes hacen tentadora la siesta. Por otro lado, la universidad está muy bien, hay un montón de instalaciones para hacer deporte. A menos de 5 minutos de casa tengo un campo de futbol, varias canchas de baloncesto, de pingpong, badminton, tenis, pista de atletismo... En cuanto a futbol no son muy buenos, pero sí muy intensos. Hoy mismo jugamos un 7vs7 contra un equipo de chinos (pero un equipo de verdad) y nos ganaron pero por poco, pero claro, nosotros éramos un equipo casi de jubilados y ellos iban a por todas.
Por las noches ya es el momento de pensar en la cena, hacer los últimos deberes, y poco más. Alguna vez nos hemos animado a ir aquí cerca a tomar una cerveza, pero eso siempre siempre desemboca en llegar a casa a las tantas, por mucho que vayamos con otra intención.
Para practicar el chino vale cualquier ocasión... el restaurante, el ascensor, el campo de futbol, el supermercado... los chinos son muy tímidos pero muy amables y amigables... también los hay como que tienen desconfianza hacia ti por ser extranjero, pero si te eres normal enseguida se despreocupan. También muchos están deseosos de aprender
Y bueno, los fines de semana... pues son fines de semana. Salir por la noche, vegetar por el día. Si guardaste fuerzas igual estudias un poco. Y de vez en cuando surge algún plan diferente, como el último fin de semana, que después de comer unos cuantos fuimos a darnos un masaje que nos dejó niquelaos.
Pues eso es más o menos lo que hacemos aquí. Por supuesto, siempre hay cosas que no te esperas, más tiempo que se va en conversaciones, compras, partidos de Pro... ya os contaré más cosas, que pretendo actualizar esto más a menudo.
Os dejo con un par de fotos de mi libro de gramática. ¡Cómo aprendemos!
Un abrazo
Rubén
Bueno, para los que no lo sepáis, y aprovechando que suena muy bonito, estoy metido en el IV Master de Cultura Idioma y Negociación China que promueve el IDEPA, en Asturias. El programa consiste en 12 meses de estudio sobre chino, con una primera parte en Gijón que fue lo que hice en verano, con clases de chino elemental y algunas conferencias sobre comercio exterior. La otra parte es en la que me encuentro ahora, 10 meses en la Universidad de Zhejiang en Hangzhou, China.
¿Qué hago aquí? Pues estudiar chino. No tengo clases de nada más, sólo de chino. También nos encargaron elaborar un plan de empresa pero eso ya va un poco por nuestra cuenta, siendo tutelados desde España. Pero bueno, aquí el día gira en torno al estudio del chino.
Empezamos por las mañanas, a las 8 empezamos con las clases, dos de una hora y media, es decir, hasta las 9,30 donde hacemos un descanso, y luego de 10 a 11,30. Las clases son de tres tipos, gramática (o comprehension) que la tenemos todos los días. La profesora de gramática es además nuestra tutora. Yo tengo la mala suerte de tener la peor de todos, Huang laoshi, de voz desagradable, inglés ininteligible y escritura embarullada. Las otras dos clases con speaking y listening, y las profes (a su vez tutoras del resto) son muy buenas.
Nos mandan deberes todos los días, tampoco nada exagerado, pero bueno lo justo para tener que hacer algo en el tiempo libre. En general repetir cosas: copiar las palabras, copiar los textos... también tenemos dictados de todas las lecciones y alguna vez también exámenes (como yo mañana).
Después de clase, 11.30 o 12 vamos a comer. Sí, es tempranísimo, pero como casi ninguno desayunamos, a esas horas ya tenemos hambre. El tema de comer ya lo contaré más adelante en otra entrada.
Y luego ya... pues de todo. Algo siempre hay que estudiar. Luego madrugones tan grandes hacen tentadora la siesta. Por otro lado, la universidad está muy bien, hay un montón de instalaciones para hacer deporte. A menos de 5 minutos de casa tengo un campo de futbol, varias canchas de baloncesto, de pingpong, badminton, tenis, pista de atletismo... En cuanto a futbol no son muy buenos, pero sí muy intensos. Hoy mismo jugamos un 7vs7 contra un equipo de chinos (pero un equipo de verdad) y nos ganaron pero por poco, pero claro, nosotros éramos un equipo casi de jubilados y ellos iban a por todas.
Por las noches ya es el momento de pensar en la cena, hacer los últimos deberes, y poco más. Alguna vez nos hemos animado a ir aquí cerca a tomar una cerveza, pero eso siempre siempre desemboca en llegar a casa a las tantas, por mucho que vayamos con otra intención.
Para practicar el chino vale cualquier ocasión... el restaurante, el ascensor, el campo de futbol, el supermercado... los chinos son muy tímidos pero muy amables y amigables... también los hay como que tienen desconfianza hacia ti por ser extranjero, pero si te eres normal enseguida se despreocupan. También muchos están deseosos de aprender
Y bueno, los fines de semana... pues son fines de semana. Salir por la noche, vegetar por el día. Si guardaste fuerzas igual estudias un poco. Y de vez en cuando surge algún plan diferente, como el último fin de semana, que después de comer unos cuantos fuimos a darnos un masaje que nos dejó niquelaos.
Pues eso es más o menos lo que hacemos aquí. Por supuesto, siempre hay cosas que no te esperas, más tiempo que se va en conversaciones, compras, partidos de Pro... ya os contaré más cosas, que pretendo actualizar esto más a menudo.
Os dejo con un par de fotos de mi libro de gramática. ¡Cómo aprendemos!
Un abrazo
Rubén
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