Oh increíble! Sólo 4 meses después aquí está la segunda entrada del blog. Perdonad la espera, pero creo que para poder hablar de algo mejor saber qué es lo que nos traemos entre manos. Ya han pasado más de dos meses desde que llegué, así que es hora de contar qué hay por aquí.
Bueno, para los que no lo sepáis, y aprovechando que suena muy bonito, estoy metido en el IV Master de Cultura Idioma y Negociación China que promueve el IDEPA, en Asturias. El programa consiste en 12 meses de estudio sobre chino, con una primera parte en Gijón que fue lo que hice en verano, con clases de chino elemental y algunas conferencias sobre comercio exterior. La otra parte es en la que me encuentro ahora, 10 meses en la Universidad de Zhejiang en Hangzhou, China.
¿Qué hago aquí? Pues estudiar chino. No tengo clases de nada más, sólo de chino. También nos encargaron elaborar un plan de empresa pero eso ya va un poco por nuestra cuenta, siendo tutelados desde España. Pero bueno, aquí el día gira en torno al estudio del chino.
Empezamos por las mañanas, a las 8 empezamos con las clases, dos de una hora y media, es decir, hasta las 9,30 donde hacemos un descanso, y luego de 10 a 11,30. Las clases son de tres tipos, gramática (o comprehension) que la tenemos todos los días. La profesora de gramática es además nuestra tutora. Yo tengo la mala suerte de tener la peor de todos, Huang laoshi, de voz desagradable, inglés ininteligible y escritura embarullada. Las otras dos clases con speaking y listening, y las profes (a su vez tutoras del resto) son muy buenas.
Nos mandan deberes todos los días, tampoco nada exagerado, pero bueno lo justo para tener que hacer algo en el tiempo libre. En general repetir cosas: copiar las palabras, copiar los textos... también tenemos dictados de todas las lecciones y alguna vez también exámenes (como yo mañana).
Después de clase, 11.30 o 12 vamos a comer. Sí, es tempranísimo, pero como casi ninguno desayunamos, a esas horas ya tenemos hambre. El tema de comer ya lo contaré más adelante en otra entrada.
Y luego ya... pues de todo. Algo siempre hay que estudiar. Luego madrugones tan grandes hacen tentadora la siesta. Por otro lado, la universidad está muy bien, hay un montón de instalaciones para hacer deporte. A menos de 5 minutos de casa tengo un campo de futbol, varias canchas de baloncesto, de pingpong, badminton, tenis, pista de atletismo... En cuanto a futbol no son muy buenos, pero sí muy intensos. Hoy mismo jugamos un 7vs7 contra un equipo de chinos (pero un equipo de verdad) y nos ganaron pero por poco, pero claro, nosotros éramos un equipo casi de jubilados y ellos iban a por todas.
Por las noches ya es el momento de pensar en la cena, hacer los últimos deberes, y poco más. Alguna vez nos hemos animado a ir aquí cerca a tomar una cerveza, pero eso siempre siempre desemboca en llegar a casa a las tantas, por mucho que vayamos con otra intención.
Para practicar el chino vale cualquier ocasión... el restaurante, el ascensor, el campo de futbol, el supermercado... los chinos son muy tímidos pero muy amables y amigables... también los hay como que tienen desconfianza hacia ti por ser extranjero, pero si te eres normal enseguida se despreocupan. También muchos están deseosos de aprender
Y bueno, los fines de semana... pues son fines de semana. Salir por la noche, vegetar por el día. Si guardaste fuerzas igual estudias un poco. Y de vez en cuando surge algún plan diferente, como el último fin de semana, que después de comer unos cuantos fuimos a darnos un masaje que nos dejó niquelaos.
Pues eso es más o menos lo que hacemos aquí. Por supuesto, siempre hay cosas que no te esperas, más tiempo que se va en conversaciones, compras, partidos de Pro... ya os contaré más cosas, que pretendo actualizar esto más a menudo.
Os dejo con un par de fotos de mi libro de gramática. ¡Cómo aprendemos!
Un abrazo
Rubén
jueves, 20 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)